Como hemos dicho, una TSH alta, indica la presencia de hipotiroidismo primario, lo que significa que tu tiroides no fabrica suficiente cantidad de hormona tiroidea como para satisfacer las necesidades de tu organismo.
Lo más habitual es que se trate de un problema leve que simplemente provoca síntomas molestos y que por suerte alivian de forma eficaz con el tratamiento. Sin embargo cabe destacar algunas situaciones especiales:
- En caso de embarazo, es muy importante detectarlo y tratarlo a tiempo ya que el feto necesita un aporte suficiente de hormona tiroidea para el desarrollo normal de su sistema nervioso central.
- Algunas personas con hipotiroidismo, siguen con síntomas a pesar del tratamiento sustitutivo con tiroxina. Si bien se estima que esto sucede en un porcentaje bajo de pacientes, parece que el problema afecta gravemente a su calidad de vida, y teniendo en cuenta que el hipotiroidismo es muy frecuente, en realidad hablamos de muchos pacientes que sufren por ello. Desgraciadamente, no conocemos la causa por lo que esto ocurre.
- En raras ocasiones de déficit muy grave de hormona tiroidea puede aparecer el llamado coma mixedematoso. Es una situación muy grave de afectación multiorgánica pero, por suerte, extraordinariamente rara en la actualidad.
¿Qué síntomas provoca una TSH alta?
A continuación puedes ver los típicos síntomas de hipotiroidismo:

¿Cuál es el tratamiento?
Hay que destacar que una TSH elevada no siempre necesita tratamiento.
En caso de que tengas una TSH ligeramente elevada (menos de 10) y no tengas síntomas, se puede realizar seguimiento médico sin tratamiento.
En caso de hipotiroidismo franco (TSH > 10), así como en ciertas situaciones especiales como embarazo, lactancia, o en niños, sí es necesario realizar tratamiento.
El tratamiento del hipotiroidismo es el llamado “tratamiento hormonal sustitutivo” con hormona tiroidea en forma de levotiroxina. La levotiroxina se toma por la mañana en ayunas, por lo menos 20-30 min. antes de desayunar.
¿Cuál es el seguimiento médico necesario?
El seguimiento se realiza mediante analíticas de sangre, midiendo la TSH y hormonas tiroideas de forma periódica. También puede resultar útil estudiar los anticuerpos anti-tiroideos para establecer la causa del hipotiroidismo. Aquí puedes aprender más sobre la analítica de tiroides.
La frecuencia de los controles será más o menos estricta según la situación de cada paciente. Si se trata de un problema estable, se suele hacer control cada 6 meses o cada año. Pero en situaciones de riesgo como durante el embarazo, podemos llegar a necesitar hasta incluso un control cada mes (sobre todo durante el primer trimestre) o cada dos meses.